Así que vivimos confiados siempre, y sabiendo que entre tanto que estamos en el cuerpo, estamos ausentes del Señor (porque por fe andamos, no por vista) 2 Corintios 5:6-7
Hace unos días, viajando en bus observé una frase que me llamó mucho la atención, esta decía: Salí con el Señor, si no vuelvo, me quedé con él. Esta pequeña oración me hizo pensar en que muchas veces, aunque decimos ser hijos de Dios, no tenemos fe y se nos olvida que somos salvos o incluso en que somos sanos y tenemos la victoria a través de Jesús.
Te invito a que reflexiones este día sobre cuánta fe hay en tu corazón y cuánto has creído en las promesas de Dios, en su salvación y su respaldo para ti en todo lo que hagas.
Dios te bendiga