Cada vez él me dijo: «Mi gracia es todo lo que necesitas; mi poder actúa mejor en la debilidad». Así que ahora me alegra jactarme de mis debilidades, para que el poder de Cristo pueda actuar a través de mí. 2 Corintios 12:9
¿Has estado luchando con algo en tu vida y suplicado a Dios quitártelo, y no lo ha hecho? A mi me ha pasado, cuantas veces le pedí que me ayudara con eso, o que me lo quitara, igual que Pablo. Pero como a Pablo, también me dijo: ¡bastate mi gracia! Dios siempre quiere ser el soberano, el que se lleva la gloria, y por eso a veces en nuestras vidas permite cosas para que nunca dejemos de ser dependientes de El y también para que por medio de nuestra debilidad, como dice el versículo, Su poder actúe mejor, para que El se lleve la gloria. Como ser humanos tenemos la tendencia de querer llevarnos la gloria, de dárnosla de grandes y buenos, y como Dios no quiere compartir su gloria y no quiere que nos olvidemos que realmente es EL el que hace las cosas, El permite las debilidades para que realmente “el poder de Cristo pueda actuar a través de mí”… Así que, en lo que puedas y tengas que cambiar, hazlo, pero para esas otras cosas que Dios sigue permitiendo en tu vida: Que te baste su gracia (que es inmensa) y deja que El sea glorificado por medio de ello y por medio de tu vida.
Escrito por: Rebekka Otremba