La gracia no es gratis, Jesús pago el precio por ella. Y aunque a nosotros no nos costo nada ser salvos, porque la palabra nos enseña que somos salvos por gracia, para que nadie se gloríe. Debemos valorar el sacrificio hecho por nosotros. Dios mismo fue quien pagó por nosotros con su propio hijo unigénito. Dios pago por ti y por mí, algo que nunca hubiéramos podido pagar.
Entonces ahora en agradecimiento por la deuda que nos ha sido perdonada debemos honrarle, obedecerle, servirle pero sobre todo amarle.

Así como él nos amo y se entrego por nosotros aunque no lo merecíamos.

Rom 3:23 por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre…