v1. Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante,  Hebreos 12:1-2
El camino del Señor es estrecho de ahí la importancia de mantener la mirada en el camino para no desviarnos ni tropezarnos.
Si andamos en sus caminos tendremos la seguridad de que él nos llevará al Padre, pero en este camino necesitamos despojarnos de todo peso y del pecado que nos asedia. Para alcanzar la meta que tenemos por delante es necesario que mantengamos nuestros ojos en el objetivo y no en lo dejado atrás.
Necesitamos tener fe para alcanzar esta meta. Jesús es el autor y consumador de la fe. El sufrió el oprobio, y logro su objetivo – su meta, que era morir por ti y por mí para llevarnos hacia el Padre.
Dios confía en ti, pero esto no quiere decir que te va a dejar solo por el camino él tiene fe en sus hijos, pero debemos dejarnos guiar por su voz. Hay momentos en donde el camino se vuelve oscuro, y nuestra mirada en él empieza a desfallecer pero es ahí en donde nuestra fe comienza a actuar, ya no solo le vemos, si no que nos dejamos guiar por su voz.
Bendiciones!

Michael Madriz