Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. Hebreos 11:1
El reloj marca la hora las siete de la noche en medio de la ciudad acelerada, las personas caminan sin detenerse para llegar a su destino. Una joven camina apresuradamente dirigiéndose hacia la parada del autobús. A cada paso que daba, podía sentir cómo caían del cielo las pequeñas gotas de agua,que anunciaban el acercamiento de la lluvia. La joven toma su lugar en la fila del autobús y mientrasespera, no puede evitar estornudar y toser a causa de su gripe, en su mente sólohabía un pensamiento: Dios que no llueva todavía.A pesar de su deseo, la lluvia comienza a caer poco a poco y la joven cerrando sus ojos repite con fe nuevamente: Dios no permitas que me moje. Al instante la joven deja de sentir las gotas en su cuerpo y dirige su mirada al cielo, mirando con sorpresa lo ocurrido la mujer que estaba detrás en fila había acercado su sombrilla, la mujer mira a la joven y le regala una sonrisa.
Al igual que la joven, pensamos muchas veces que Dios nos auxiliará en alguna ocasión y pedimos con fe esperando su respuesta. Dios también utiliza a las personas para bendecirnos, para ayudarnos, la joven jamás imaginó que la mujer que estaba a su lado, solucionaría su problema en el mismo instante que le pedía a Dios de su ayuda. Déjate usar por Dios en este día y muestra su amor a un mundo que pide con fe esperando una respuesta.
Escrito por Natalia Umaña M.