Cuando oigas venir un estruendo por las copas de las balsameras, sal a la batalla, porque Dios saldrá delante de ti y herirá el ejército de los filisteos. 1 Crónicas 14: 15
Siempre tendremos momentos en los que la batalla la debemos enfrentar. Cuando los filisteos se extendían por el valle, David consulto a Jehová y le dio ciertas direcciones para que saliera victorioso.
En el momento de la batalla en tu vida, Dios promete salir contigo y herir al enemigo que te acecha y desea hacerte caer. Es la confianza que tenemos en el Señor saber que nuestras batallas serán convertidas en victoria cuando estamos en sus manos.
Por último, recuerda que así como David lo hizo, consulta siempre al Señor para que sea su dirección sobre tu vida y obtengas la victoria, pues David escucho su voz y rodeo y ataco como le enseño Dios.
Bendiciones Julio Leiva