y harás de ello el incienso, un perfume según el arte del perfumador, bien mezclado, puro y santo. Éxodo 30:34-36
Generalmente cuando nos damos a la tarea de buscar un buen perfume, buscamos que la fragancia sea de nuestro agrado, que perdure y que sea de la mejor calidad cuando tenemos todos los recursos para adquirirlo. La diferencia entre perfumes que son imitaciones y los originales radica en los ingredientes o componentes y en su proceso de elaboración.
Moisés debía tener en cuenta todos estos aspectos al elaborar el perfume que Dios le encomendaba realizar. Los ingredientes tan poco comunes daban testimonio de que Jehová merecía siempre la mejor ofrenda.
Somos una mezcla de ingredientes o componentes, donde Dios nos mezcla a través de nuestra vida, nos purifica y nos perfecciona con los años, para lograr el resultado del perfumador, una fragancia que sea la mejor ofrenda.
Permite que el arte del perfumador haga de tu vida un perfume agradable.
Escrito por Natalia Umaña Mestayer