Dios, Dios mío eres tú; de madrugada te buscaré; mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela Salmos 63:1
Una prioridad es algo que te demanda tu tiempo, tus fuerzas y hasta tus recursos.
Por lo general invertimos mucho de nosotros en las cosas que nos devengan un beneficio.
Lo primero que salta a la vista cuando leemos este pasaje es que el salmista pronuncia algo que define lo más importante para él: Dios! Tan es así su prioridad en Dios que lo primero que hace es buscar su rostro; en la madrugada!
Dios no necesita de nosotros; somos nosotros los que necesitamos de él. La prioridad de Jesús fue dar su vida por ti, él invirtió más de lo que tú y yo podríamos invertir en alguien. Si él nos tuvo como prioridad en esta tierra, será que nuestra prioridad en esta tierra debería ser él?
Que grandes beneficios podemos obtener de la búsqueda incesante de su presencia? Si pensamos que lo que más amamos es lo que significa nuestra mayor prioridad pregúntate hoy: será Dios lo que más amas?
Bendiciones!
Michael Madriz