Si alguien los trata mal, no le paguen con la misma moneda. Al contrario, busquen siempre hacer el bien a todos. Romanos 12:17
Un hombre compró una hermosa vivienda con un huerto. Cerca a él, un hombre envidioso vivía en una vieja casa, que constantemente intentaba arruinar el humor de su nuevo vecino: le tiraba basura debajo del portón y le hacía todo tipo de maldades.
Un día, el hombre se despertó de buen humor, salió a la terraza y vio una cubeta llena de sobras de comida. El hombre tomó la cubeta, la vació de las sobras, la limpió y colocó en ella las manzanas más maduras y deliciosas y se dirigió hacia la casa de su vecino.
El vecino oyó el toque en la puerta y jubiloso pensó: “¡Finalmente lo tengo!”
Abrió la puerta esperando una pelea; sin embargo, el hombre le entregó una cubeta de manzanas diciéndole: “Quien es rico en algo, lo comparte con otros”.