Si quiere aprender a escuchar, debe aprender a escuchar no solo las palabras, sino también los sentimientos de su hijo. Esto no quiere decir que tenga que satisfacer todo lo que le pidan y tratar de obviar cualquier sentimiento negativo.
Todo lo que hay que hacer en primera instancia es hacer espacio y reconocer los sentimientos de su hijo:
1.Escuche en silencio y con atención.
2.Reconozca los sentimientos por medio de alguna expresión
3.Nombre el sentimiento. Por ejemplo: “¡Eso debe ser frustrante!”
Piense cuando usted está en el trabajo, con su cónyuge, o con sus amigos, y lo bien que se siente cuando alguien comprende lo que realmente queremos decir; no solo las palabras, sino también nuestros sentimientos. En lugar de que nos den consejos, nos llenen de preguntas, o discutan nuestros sentimientos, el hecho de que realmente nos escuchen y sentirnos comprendidos, nos da confianza para enfrentar la situación que estemos viviendo.
Trate de aplicar lo mismo con su hijo, y notará como las conversaciones que antes eran una discusión, se convierten en algo maravilloso.
Tomado de diferentes fuentes públicas en internet