Conforme nuestros hijos crecen, las amistades y las relaciones con los compañeros de generación representan una gran influencia, que llega a su punto máximo durante la adolescencia. Los padres deben estar conscientes de la influencia que representan estas relaciones en el desarrollo social y emocional de sus hijos.
Conozca la mayor cantidad posible de los amigos de sus hijos. Conocer a sus amigos le ayudará a mantener a sus hijos lejos de los problemas. Preséntese con ellos y hágales un par de preguntas.
Ofrézcase a llevarlos o a recogerlos de diversas actividades, invítelos a cenar, etc. Manténgase alerta ante cualquier cambio en su círculo social. Cuando los jóvenes cambian de repente sus amistades, puede ser una señal de que algo no anda bien .
Si no le gustan las amistades de sus hijos, pregúntese porqué. ¿Sospecha que usan drogas o alcohol? ¿Cree que tratan mal a sus hijos? ¿Le parece que la relación no es saludable? Sin importar la razón, si sospecha que alguien es una mala influencia, no espere. Converse con su hijo/a y hágaselo saber de manera clara. De ser necesario, ayúdele a que amplíe su círculo de amistades.
Conozca a los padres de los amigos de sus hijos. De esta manera se puede aprender mucho sobre los hijos de los demás e incluso los propios. Es una buena idea reunirse y compartir actividades sociales e intercambiar información sobre el comportamiento de sus hijos, lo que les gusta hacer y algún cambio de conducta.
Conozca a dónde le gusta pasar el tiempo. Saber dónde están sus hijos siempre es importante, en caso de una emergencia. Además de conocer el ambiente en el que se desarrollan, para determinar si tiene buenas o malas influencias. Si no se siente bien con los lugares que frecuentan sus hijos, ayúdeles a buscar otros lugares, puede ser su hogar, la casa de un amigo, un club o algún programa después de clases, un sitio donde un adulto de su confianza esté a cargo.
Asegúrese de que sus hijos estén donde haya supervisión de un adulto. Los estudios demuestras que los niños/jóvenes que no cuentan con la supervisión de sus padres son cuatro veces más propensos a utilizar drogas o alcohol. Motive a sus hijos y amigos a que pasen tiempo en su casa. (Tenga suficientes bocadillos.) Esto le mantendrá más “conectado” con sus hijos. Si no pueden estar en su casa, encuentre otro padre que si los pueda recibir o una actividad que cuente con supervisión adulta.
Saber con quién y a dónde están sus hijos es un pre requisito para ser un padre responsable. Pregúntese: “¿Sé a dónde y con quién está mi hijo/a ahora?”
Tomado de diferentes fuentes publicas en internet