Gozaos en el Señor siempre.Otra vez digo: ¡Regocijaos! Filipenses 4.4
Ven conmigo en la historia un par de miles de años atrás.Vamos a Roma a un cuartucho más bien desarreglado, rodeado de altos muros Dentro vemos a un hombre sentado en el piso.Es un señor mayor de edad, de hombros encorvados y casi calvo, de cuyas manos y pies cuelgan cadenas
Es el apóstol El apóstol que estaba sujeto solo a la voluntad de Dios está ahora en cadenas, confinado a una sucia vivienda bajo la vigilancia de un soldado romano
Está escribiendo una carta.Sin duda, es una carta en que se queja a Dios.Sin duda es una lista de agravios Tiene más que motivos de estar amargado y quejoso.Pero no lo está.Al contrario, está escribiendo una carta que dos mil años después se conoce aún como un tratado sobre el gozo: la carta a los filipenses
¿Por qué no dedicas algún tiempo a leerla?
Tomado del libro Gracia para todo momento
Max Lucado