Tú diste alegría a mi corazón, Salmos 4:7
Nosotros podemos experimentar la alegría que produce una cosecha abundante la cual es grande, como el sentirse con alegría por algunas circunstancias que nos salgan bien en la vida.
Pero ninguna alegría que nos produzcan las cosas de este mundo puede compararse al gozo que da Dios, que a pesar de que estemos pasando grandes dificultades, podemos confiar en aquel que toma el completo control de todo. Nada se sale de sus manos. Él puede darnos un gozo incomparable y maravilloso, distinto al que da el mundo.
No importa la situación que estemos pasando, podemos tener nuestro corazón confiado en el Señor que es fiel, y que cuida de sus hijos con gran amor. Él tiene ese gran gozo disponible para ti!
Bendiciones Julio Leiva