Ámense los unos a los otros con amor fraternal, respetándose y honrándose mutuamente. Romanos 12:10
Una creencia común identifica a los miembros de la familia de Dios. Y un afecto común les une. Pablo ofreció a la iglesia esta regla para las relaciones: Ámense unos a los otros como amor fraternal (Romanos 12:10, NVI). En la versión original en griego el apóstol es un artífice de las palabras, comenzando y terminando el versículo con términos gemelos sobre el amor fraternal.
Empieza con philostorgos (philos significa amistoso; storgos quiere decir amor familiar) y concluye con philadelphia (phileo se traduce como afecto tierno; adelphia significa hermanos). Una traducción exacta, aunque un poco elemental del versículo podría ser: Tengan una devoción amistosa y familiar y amistosa. Si no pudiera captarnos con el primer adjetivo, Pablo nos captaría con el segundo. Con los dos nos recuerda que la iglesia es la familia de Dios.
Tú no me escogiste a mí. Yo no te escogí a ti.
Puede que yo no te agrade a ti. O tú a mí. Pero como ambos le agradecemos a Dios y Él nos escogió, somos familia.
Escrito por Max Lucado