Ahora me alegro; no por la tristeza que les causó, sino porque esa tristeza los hizo volverse a Dios. Fue una tristeza según la voluntad de Dios, así que nosotros no les causamos ningún daño;10pues la tristeza según la voluntad de Dios conduce a una conversión que da por resultado la salvación, y no hay nada que lamentar. Pero la tristeza del mundo produce la muerte. 2Co 7:9, 10
Cualquier ser vivo, rechaza y huye del dolor, y claro esta porque representa sufrimiento y malestar sea al cuerpo o corazón. Pero el dolor es necesario, aunque no nos agrade. Una madre para poder tener a su hijo en sus brazos, debe soportar grandes dolores hasta que su pequeño nazca. Un medico al enfrentarse ante una herida infectada, debe lavar, limpiar y extraer todos los tejidos contaminados, de lo contrario la herida no sanara. De no realizar este proceso la infección aumentará y el daño será peor.
Así como en aspectos naturales, el dolor y la tristeza tienen su función. A nivel espiritual, es igualmente importante.  En muchas ocasiones, nuestras propias acciones traen heridas y dolor a nuestra vida, son nuestras maldades las que traen consecuencias dolorosas. En esta porción de la escritura, Pablo describe como se alegra por el dolor y la tristeza que sufrieron estos hermanos. Porque más allá del dolor, esta el cambio. Dios permitió ese dolor, esa tristeza para que se arrepintieran de sus malas acciones. Ese dolor fue necesario para crecer, madurar y buscar el rostro del Señor en arrepentimiento.
Dios permite la herida, pero trae la sanidad. Dios nos ama, no importa el proceso que estemos pasando, el Señor tiene el control, déjate formar.