Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante. Hebreos 12:1
Que mejor ejemplo podemos tener para entender el proceso de nuestra vida cristiana, que una maratón. El Apóstol Santiago nos habla de tener gozo en medio de nuestras dificultades, obteniendo como resultado en nuestra vida, la paciencia. Muchas veces nos adelantamos a los planes de Dios por falta de paciencia, ya que deseamos obtener aquello en el momento que pensamos que es bueno para nosotros.
Nuestra vida cristiana es una maratón, y como corredores debemos prepararnos para llegar a la meta, algunos comienzan con mucha fortaleza y en mitad de la prueba, abandonan la carrera. Debemos mantenernos en condiciones óptimas para correr y llegar a la meta habiendo alcanzado con paciencia el premio eterno.
Escrito por Natalia Umaña Mestayer