La luz de los ojos alegra el corazón, y la buena nueva conforta los huesos. Proverbios 15:30
En un mundo donde abundan las malas noticias, se vuelve cada vez más y más urgente tomar nuestra vida y bañarla con un repelente. Ese repelente es Jesús; nuestra vida debe empaparse y anhelar cada día más, una relación cercana con el hijo de Dios, quien es capaz de poner gozo en un corazón triste, paz en lugar de temor, gozo en lugar de llanto, sanidad en lugar de dolor, fuerza en lugar de cansancio o desánimo. En Jesús siempre hallaremos todo lo que necesitamos en las diferentes circunstancias no solo para confortar nuestra vida, sino que también para que la vida de las personas que nos rodean, tengan a su lado gente que pueda transmitir lo positivo en medio de lo negativo o de las malas noticias, que usemos el repelente y lo pongamos a disposición de todo aquel que lo necesite.
Jesús quiere estar cerca de la humanidad porque conoce bien nuestras necesidades y es quien nos puede ayudar. Además, no olvidemos que no existe NADA, absolutamente NADA que nos pueda separar de su amor. Ni tribulación, ni angustia, ni persecución, ni hambre, ni desnudez, ni peligro. No hay nada que nos pueda separar del amor de Jesús!! (Romanos 8:35)

Escrito por Viviana Barrantes