Pero tú aumentarás mis fuerzas como las del búfalo;
Seré ungido con aceite fresco.
Muchas veces quisiéramos rendirnos, porque nos parece que por más que nos esforcemos no vamos a lograr nuestras metas o deseos. Sentimos que nuestras fuerzas se han terminado.
Pero lo más importante y lo que te debe animar siempre, es que Dios conoce aún el más pequeño detalle de tu prueba, de lo que necesitas; y sabe cómo te sientes. Su Palabra nos dice que le busquemos y encontraremos nuestras fuerzas en Él, nos fortalecerá y guiará; pero de nuevo hay una condición, debemos buscarle sin cesar y de igual forma continuar confiando en que Dios nunca nos va a dejar.
Cada día es buen tiempo para levantarse y luchar, porque el Espíritu Santo nuestra compañía fiel y más grande consejero está dispuesto a guiarnos; solo permitámosle tomar el control absoluto de nuestras vidas.
Dios te bendiga.
Escrito por Karla Ureña