Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis. Entonces me invocaréis, y vendréis y oraréis a mí, y yo os oiré; y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón.Y seré hallado por vosotros, dice Jehová, y haré volver vuestra cautividad, y os reuniré de todas las naciones y de todos los lugares adonde os arrojé, dice Jehová; y os haré volver al lugar de donde os hice llevar. Jeremías 29: 11 – 14
El pueblo de Israel se encontraba en el exilio y eso debió ser muy frustrante. Dios en medio de todo esto les da una promesa y una palabra de ánimo, la cual está en el versículo 11. En este versículo vemos que Dios tiene planes para nosotros. El si tiene en mente algo para nuestro futuro, no es que El se le pasó tener un propósito para nosotros. Y esos planes que tiene para nosotros son planes BUENOS, no son planes malos. El quiere lo mejor para nosotros. Y el fruto o resultado de estos planes son bienestar, futuro y esperanza.
Pero en los siguientes versículos vemos que nosotros también debemos hacer algo: invocarlo (suplica) y buscarlo. Invocarlo es ir a El, o sea en oración y habla de súplica o sea esto implica derramar el corazón con toda delante de El. Y buscarlo es nuevamente ir a El leyendo y estudiando la Biblia.
Esto lleva a una respuesta de El: El nos escuchará, lo encontraremos y se dejará encontrar.
Es en este momento que El se va a revelar y mostrar a nosotros, que El mostrará Sus planes y Sus propósitos.
¡Confía en que El tiene planes para ti!
Escrito por Rebekka Otremba