Bienaventurado el varón que soporta la tentación;porque cuando haya resistido la prueba,recibirá la corona de vida,que Dios ha prometido a los que le aman. Stg 1:12  
Una frase celebre dice que: Lo único constante es el cambio,  y es completamente cierto.
Nuestra vida esta llena de momentos gratos y otros muy desagradables, periodos de escases y abundancia. Pero son esos momentos difíciles los que nos fuerzan a dar lo mejor de nosotros. Son esos desiertos los que marcan un antes y un después en nuestras vidas. Una persona no es la misma luego de atravesar un desierto, sea un desierto sentimental, financiero, familiar o espiritual.
Pero más allá del sufrimiento y la tensión de la prueba, lo realmente importante es que esa situación difícil nos hace más fuertes, más unidos, más compasivos, colaboradores, pacientes esa prueba aumento tu fe y confianza en Dios.
Las más difíciles pruebas son una oportunidad de mejorar y crecer.
Además, las duras condiciones nos obligan a ser auténticos porque no hay cabida para la mediocridad o falsedad.
De hecho, en lugares donde el cristianismo es prohibido y las personas mueren por dar testimonio de Jesucristo es donde las iglesias son más unidas y fervientes en la fe. Mientras que en lugares donde hay libertad para expresar sus creencias y hablar de Cristo, los cristianos son más despreocupados y como todo es más sencillo tienden a hacerse perezosos y poco esforzados.
Las pruebas que atravesemos tienen un propósito en el Señor, pero debes poner tu mirada más allá.
Dios te bendiga