De aquel que cree en mí, como dice la Escritura, brotarán ríos de agua viva. Juan 7:38
¿Acaso no necesarios sorbos frecuentes de la represa de Dios? Yo sí. Le he ofrecido esta oración en un sinnúmero de situaciones: reuniones angustiosas, días insulsos, recorridos extensos, viajes exigentes, decisiones que someten a prueba el carácter. Muchas veces al día voy al manantial subterráneo de Dios y a cambio de mi pecado y muerte recibo de nuevo su obra, la energía de su Espíritu, su señorío y su amor.
Bebe conmigo de su pozo sin fondo. No tienes que vivir con un corazón deshidratado.
Recibe la obra de Cristo en la cruz, la energía de su Espíritu, su señorío sobre tu vida, su amor inexplicable e infalible.
Bebe hasta lo profundo y bebe con frecuencia, así fluirán de ti ríos de agua viva.
Escrito por Max Lucado