Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo que pertenece a Dios , para que proclamen las obras maravillosas de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable. I Pedro 2:9
Pasemos nuestras vidas haciéndole sentir orgulloso de nosotros. Para lograrlo, utiliza tu singularidad. Tú saliste del vientre de tu madre por un llamado. No te veas como el producto del ADN de tus padres, sino como una idea nueva del cielo.
Pon a Dios primero. ¡Conviértete en la persona que eres por Él! ¿Acaso no te ha rescatado de una vida sórdida y destinada a la muerte para hacerte protagonista de una intensa aventura destinada al cielo? Recuerda. Son linaje escogido… a Dios, para que proclamen las obras maravillosas de auque que los llamó de las tinieblas a su luz admirable (I Pedro 2:9, NVI). Y hazlo todos los días de tu vida.
¿Una vida común? En el cielo no se conoce tal frase. Con Dios, cada día cuenta, y cuenta cada persona.
Eso te incluye a ti.
Escrito por Max Lucado